La cerveza: de la fermentación, la reacción de Maillard, pasando por los Beatles en Bogotá

Después de unas cuantas citas médicas, en las que confirmé que mi riñón funciona bastante bien (a pesar de todo), me encontré recuperándome de un ataque de cálculos renales. Un episodio que duró ocho días y que, seguramente, fue consecuencia de mi "excelente" dieta de años atrás. El dolor, como quien lo ha vivido sabe, es insoportable. Gracias a las tabletas de tramadol, un calmante opioide eficaz pero peligroso si se usa sin moderación o supervisión médica, logré sobrellevarlo. Y sí, es adictivo, pero en ese momento era mi salvación.
Al salir del hospital, el cielo de Bogotá estaba oscuro y las calles mojadas por una lluvia reciente. Esa lluvia que, aunque a veces la maldecimos, es necesaria. Después de días de sol intenso, la ciudad la recibió como un alivio. Curiosamente, me puse a pensar en cómo nosotros, los humanos, vemos la lluvia como algo incómodo o molesto, pero no somos plantas. Para ellas, el agua es vida. Imagina lo terrible que sería pasar días, semanas o meses sin una sola gota. Nosotros, en cambio, tenemos la suerte de vivir en un sistema que nos provee agua siempre que la necesitamos. Un privilegio que a menudo damos por sentado.
Y, aunque en algunos lugares el agua sea escasa, en otros, como donde vivo, tenemos la suerte de contar con páramos. Para quienes no lo sepan, los páramos son ecosistemas únicos, llenos de plantas llamadas frailejones. Estas plantas son fascinantes: crecen apenas de 1 a 4 centímetros por año y tienen la increíble capacidad de capturar agua directamente de las nubes. En pocas palabras, son ecosistemas creadores de agua. Un verdadero milagro de la naturaleza que nos recuerda lo interconectados que estamos con nuestro entorno.
Mientras la lluvia caía, entré a una tienda para refugiarme y, de paso, comprar algo. Fue en ese momento que recordé el próximo episodio del podcast que tengo en mente: mezclar tres temas aparentemente distintos, pero profundamente conectados. Desde la biología, hablaré de las levaduras y su papel crucial en la fermentación, este proceso mágico que transforma azúcares en alcohol y dióxido de carbono. Desde la química, exploraré la reacción de Maillard, esa reacción que no solo ocurre en la carne asada o el pan tostado, sino también en el tostado de la malta, dándole a la cerveza sus sabores y colores característicos. Y, desde la física, revisaré algunos procesos de separación física que son esenciales en la elaboración de productos como la cerveza, como la filtración o la centrifugación.
Para cerrar, aunque no directamente relacionado con la cerveza, quiero hablar de la destilación. Este proceso, que no forma parte de la elaboración de la cerveza, es clave para la producción de otros alcoholes, como el whisky. Sin embargo, la mayoría de estos destilados comienzan su vida a través de un proceso de fermentación, lo que nos recuerda que, al final, todo está conectado.
Mientras terminaba mi cerveza, en la panadería sonaba una canción de los Beatles. Curiosamente, el lugar tenía un pequeño rincón dedicado a la banda, con fotos y recuerdos que le daban un aire nostálgico. En ese momento, sonaba Get Back, una canción que me pareció perfecta para la ocasión. No solo por su ritmo pegajoso, sino porque, de alguna manera, encapsulaba la esencia de lo que quería transmitir en este blog.
La letra de la canción habla de Jo Jo, un hombre que se creía solitario pero sabía que esa sensación no duraría para siempre. Jo Jo dejó su hogar en Tucson, Arizona, en busca de algo diferente, algo que lo conectara con el mundo. Esa idea de "volver" (get back) me hizo pensar en cómo, a veces, necesitamos alejarnos para entender mejor de dónde venimos. Y, en cierto modo, eso es lo que hago con este blog: explorar temas que me apasionan, como la cerveza, desde diferentes perspectivas, para luego "volver" y compartir lo que he aprendido.
La cerveza, lejos de ser simplemente agua con azúcar y colorante, es un producto fascinante que nace de procesos naturales. Los verdaderos "cocineros" aquí son esos pequeños seres unicelulares, las levaduras, organismos eucariotas que, al buscar su energía (como todos nosotros), transforman los azúcares en alcohol y dióxido de carbono. Ese alcohol, consumido con moderación —y aquí hago énfasis en "no en cantidades exageradas"—, se convierte en una excelente compañía para una buena charla.
Pero la cerveza es mucho más que eso. Sus aromas y sabores ricos y complejos provienen, en parte, de la reacción de Maillard, esa magia química que ocurre al tostar la malta y que le da a la cerveza sus tonos dorados, ámbar o marrones. Además, en su elaboración intervienen procesos físicos clave, como la filtración o la decantación, que varían dependiendo del tipo de cerveza que se quiera producir.
Hoy en día, la variedad de cervezas es inmensa: desde las artesanales, hechas con técnicas tradicionales y mucho cuidado, hasta las industriales, producidas con tecnologías de punta, casi robóticas. Esta bebida, que nos ha acompañado por siglos, es un verdadero reflejo de la creatividad humana y de nuestra conexión con la naturaleza. En el podcast, profundizaremos en todo esto, explorando cada detalle que hace de la cerveza algo tan especial. ¡No lo pierdas!






